A Patricia Campbell su vida le parece cada vez más vacía: su esposo apenas le habla, sus hijos adolescentes no la necesitan, y su suegra requiere cuidados constantes. Su único escape es el club de lectura con otras mujeres de Charleston, donde devoran novelas de crímenes reales y comparten secretos más allá de lo literario. Todo cambia cuando una vecina anciana la ataca salvajemente y conoce al sobrino de esta, James Harris, un hombre encantador que parece sacado de una novela romántica. Pero cuando comienzan a desaparecer niños en el otro extremo de la ciudad y nadie parece hacer nada, Patricia empieza a sospechar que James es mucho más peligroso de lo que aparenta. Él no es solo un depredador... es un monstruo. Y lo peor: ya ha entrado en su casa, en su mente y en su club de lectura. Una historia tan inquietante como adictiva, donde lo cotidiano se mezcla con el horror, y donde un grupo de amas de casa se convierte en la última línea de defensa contra una criatura sedienta de sangre.